Reseña: La casa 758 - Kathryn Berla

Título: La casa 758
Autora: Kathryn Berla 
Traducción: Noemí Sobregués
Saga: -
Número de páginas: 236
Año de publicación: 2014
Editorial: Nube de tinta 
IBSN: 9788415594147

Agradecimientos a la editorial por el envío del ejemplar.

Krista perdió a su madre a su accidente de coche hace dos años y, desde entonces, su mundo se ha roto. Siguiendo una rutina inflexible que ella misma se ha impuesto, día tras día se acerca a la casa 758, el lugar donde vive el chico que provocó el accidente mortal. Krista no sabe por qué lo hace: ¿quiere hacerlo sufrir?, ¿necesita poner cara a su nombre?, ¿dar forma a su odio? 

Pero la vida de Krista empieza a cambiar con la llegada de su abuelo materno, un superviviente del Holocausto de origen húngaro. Su testimonio logrará sacar a Krista de la apatía y le dará la fuerza que necesita para volver a empezar...

Desde que vi este libro en las novedades de este año me llamó mucho la atención. Sobre todo por su curiosa portada y también por su título. Cuando me cercioré de que iba, supe que quería leerlo. Tampoco había leído ninguna reseña, así que iba sin expectativa alguna. Simplemente buscaba que me entretuviese y me llegase, y así ha sido. 

Como todos o casi todos los libros de esta editorial nos encontramos con una historia sentimental, realista y profunda. Trata un tema delicado. La protagonista, Krista ha perdido a uno de sus seres queridos y está profundamente afectada incluso dos años después. Todo el mundo parece pasar página, menos ella. Todo comenzara a cambiar cuando su abuelo, que ha tenido una vida muy dura y difícil viene a visitarla. Es un superviviente del Holocausto. Aunque este tema es tratado durante la segunda parte del libro, sí que nos cuenta la historia de lo qué ocurrió. Una de las cosas que más me intrigaban. Me gustó mucho como, a pesar de que la trama gira alrededor de Krista, se le da importancia también a lo que sucedió con su abuelo.

Así que el libro se centra en Krista, en como con ayuda de ciertos personajes vuelve a ser ella misma,

en esa ligera barrera que hay entra superar algo y olvidarlo. Está lleno de enseñanzas y frases que son dignas de leer. Es muy finito, por lo que se lee muy rápido. No hay muchas cosas que no te esperes, simplemente la trama sigue el mismo ritmo durante todas las páginas. Excepto una cosa que me dejó muy sorprendida.                                                                                                                                                  

"Estoy triste por lo que creo que he perdido antes incluso de que hubiera podido tenerlo."

La autora tiene una pluma muy narrativa. Se centra en las descripciones y en contarnos los sentimientos de la protagonista, ya que está escrito en primera persona. Hay poquitos diálogos,  y me hubiera gustado que hubiese habido más. También eché de menos que profundizara en ciertos aspectos. Al principio me costó empatizar con los personajes, pero poco a poco logré meterme en la piel de ellos más y más. La autora va mejorando a lo largo del libro haciendo que mi parte favorita sea la segunda mitad. Es aquella que me ha transmitido más. La historia de amor que hay me ha gustado, aunque no me ha fascinado del todo. Está bien y he disfrutado en las escasas escenas que tiene, porque no es un libro que se centre en la trama romántica, ni mucho menos. 

En cuanto a los personajes, algunos me han gustado más y otros me hubiera gustado que estuvieran más caracterizados. La protagonista me ha gustado mucho, porque sufre una evolución positiva a lo largo del libro. Pasa de ser reservada y poco habladora a ser una chica alegre y divertida. Luego el que más me ha gustado es el abuelo, aunque tampoco sabría decir por qué. Puesto que tampoco se le conoce muy bien. Simplemente por como quiere a su nieta. Me ha gustado mucho la relación que tienen entre ellos. El resto, no profundizan mucho más. Por ejemplo Jake, del que solo sabemos lo básico o de  Chad. Pero sobre todo Jake, que aparece bastante pero no llegamos a conocerle bien.

El final es cerrado, dulce y emotivo. Me ha gustado que terminara así, y me ha parecido muy acertada la manera de la autora de concluir. He disfrutado mucho leyéndolo.

La casa 758 es un libro lleno de sentimiento, que narra una bonita historia a la que se le podía haber sacado más partido. Con un ritmo entretenido, una trama original y bien hilada. Una historia emotiva y dulce.